El hecho de Arguedas de brotar ese pueblo ya olvidado y su lengua igualmente marginada ya no solo debe enfrentarse contra la otra parte del Perú sino también contra todo el mundo moderno en el cual lo que no sirve es desechado inmediatamente, un quechua abandonado, sin uso más que decorativo para los indígenas y los turistas, no tiene el peso que es requerido para el mundo, el ingreso y la valorización de otros idiomas para ser reconocidos no son muy volátil más bien sería una barrera casi impenetrable a recibir cambios, un círculo cerrado y estandarizado en partes fundamentales de las mismas, el único camino que queda a esta misión de Arguedas es concientizar que la gente valore el quechua o más bien que la reconozca como parte de un Perú que nació y sobresalió en sus inicios con ella ,la lengua de los incas la cual hizo un gran y hermoso imperio, legado que nos dejaron y lo vemos no solo por sus estructuras sino por su conocimientos de nuestra tierra, lástima que este sueño no pueda llegar a mas ya que es imposible enfrentarse a este gran cambio como es la globalización que día con día crece más y que como país debemos seguir por nuestro bien ya que este nos abundan de facilidades y de oportunidades que no se deben dejar pasar, un ejemplo claro en el cual nuestro conocimiento indígena nos hace notar en este mundo es nuestros patrimonios culturales, la gastronomía la cual nos ha dado muchos reconocimientos ante el mundo, los trabajos artesanales que son exportados todo esto es lo que Arguedas no debe olvidar que su pueblo no está en el olvido el mundo lo reconoce por sus logros y sus bellezas algo por el cual debió estar muy orgulloso ahora se puede decir que ya es tarde para un quechua que quiere resurgir a pesar de los esfuerzos de sus defensores solo queda no olvidarla y que no desaparezca.
Por: Alejandro Sánchez Nuñez
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